La basura se ha convertido en un tema de interés alrededor del mundo, países como Suiza, Alemania, Austria y los países bajos, son de los cinco países que más reciclan. En algunos, las cifras de reciclaje en ciertos materiales ascienden hasta un 90% (Cardona, 2017) sin embargo ¿Qué sucede en países como México?

Según datos de SEMARNAT (De Estadística E Información Ambiental, s. f.) la producción mundial de Residuos sólidos urbanos (RSU) alcanzó, aproximadamente, 1,300 millones de toneladas diarias en 2010, y podría crecer hasta los 2,200 millones en el año 2025 (Hoornweg y Bhada-Tata, 2012)

Lamentablemente en México, nuestro nivel socio económico no permite la asimilación y reciclaje de ciertos productos. Por ejemplo en nuestro estado, son pocas las empresas o asociaciones civiles que se dedican al reciclaje, aunado a esto, la población en general no está totalmente enterada de estos lugares y muchas veces no hay un incentivo.

De acuerdo con un estudio realizado en 2017 se han generado 44.6 millones de toneladas en nuestro país en los últimos catorce años, es decir, hubo un aumento del 35.6% (11.73 millones de toneladas más generadas en ese período). Si hacemos las matemáticas, cada persona crea en promedio 1 kg de basura diariamente (Presidencia de la República, 2017).

El manejo de la basura en rellenos sanitarios, ha impactado en la calidad de vida de nuestros habitantes, al no existir un manejo adecuado de RSU, su reciclaje y aprovechamiento para lograr generar recursos como energía eléctrica, biogás. Esto además de representar un ingreso que se está echando por la borda reduciría los niveles de emisiones de CO2 impactando positivamente el nivel de vida de nuestros habitantes.

La Norma Oficial Mexicana NOM-087-SEMARNAT-SSA1-2002 entró en vigor en 2003 (DOF, 2003) como una alternativa para disminuir las emisiones de CO2, pero lamentablemente, el índice de CO2 se ha visto impactado por el crecimiento poblacional y la industrialización, en comparación, la zona sur del país que, a pesar de no tener un manejo adecuado de RSU, es de las que menos contaminación crea debido a que no existen empresas textiles, industrias, un alto número de presencia de coches y diversos materiales de Residuos peligrosos (RP) como sucede en la zona noroeste.

Los RP se han convertido en un problema para los rellenos sanitarios ya que pocos cuentan con los recursos para manejarlos, de acuerdo con la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR, DOF, 2003)

En conclusión, en nuestro país estamos todavía algo lejos de lograr cifras como la de los países mencionados al inicio, sin embargo, en los últimos años se ha visto un esfuerzo por cada estado en llevar a cabo programas que nos permitan alcanzar objetivos a largo plazo. Un ejemplo de ello es el Plan de Acción Basura Cero (Del Medio Ambiente, s. f.) presentado por el gobierno mexicano en 2019.

Los programas ambientales educativos como el mencionado anteriormente además de un presupuesto adecuadamente administrado son clave para lograr dichos objetivos en nuestro país.